Business Intelligence: Fuente de ventaja competitiva
El mundo empresarial actual se encuentra impulsado por la creciente cantidad de datos que generan las organizaciones y las personas en el día a día.
Esta cantidad masiva de datos que se generan pueden abrumar a los líderes empresariales. Sin embargo, al adoptar el enfoque adecuado y las herramientas correctas, las compañías pueden convertir esta nueva realidad en una fuente de ventaja competitiva.
El Big Data, la visualización de las herramientas e infraestructura de datos, el análisis del rendimiento y el Business Intelligence, pueden ayudar a los líderes de estas empresas a tomar decisiones y adoptar estrategias más acertadas.
El denominado Business Intelligence permite ponerle fin a muchos de los problemas a los que se enfrentan las empresas diariamente. Algunas de las muchas posibilidades que esta herramienta puede aportar a una empresa son:
Analizar el comportamiento de los clientes
Comparar el propio rendimiento con el de la competencia
Optimizar los procesos
Detectar tendencias de consumo y comportamiento en el mercado
En definitiva, la integración de sistemas con motores BI puede desencadenar la optimización y mejorar de las prácticas de una empresa. Aumentando en última instancia el volumen de negocio de la compañía, el rendimiento y satisfacción de los empleados, y fomentando la obtención de una clara ventaja competitiva frente a los competidores.

Un paso más allá: Analítica predictiva
Las herramientas de Business Intelligence se centran en el análisis de la actividad pasada, permitiendo así la identificación de patrones de comportamiento que permitan tomar decisiones más acertadas en el presente. Sin embargo, existen otras herramientas y metodologías de análisis aún más avanzadas que llegan un poco más lejos: La Inteligencia Artificial y el Data Science.
Aquellos sistemas que basan sus análisis en metodologías propias de la IA, permiten a partir del análisis de datos históricos y diversas fuentes de información, la obtención de predicciones precisas sobre el comportamiento futuro. Esta nueva capacidad predictiva del comportamiento abre un nuevo abanico de posibilidades a las empresas, quienes ahora no solo son capaces de mejorar sus prácticas, sino también de adelantarse a los acontecimientos futuros. Obteniendo así una capacidad de respuesta y una agilidad empresarial imposible de lograr con el Business Intelligence.